En la recuperación del abuso y dependencia de alcohol y drogas, así como en muchas enfermedades y comportamientos que todos queremos cambiar, las recaídas son frecuentes. Una recaída puede llevar a un gran desaliento y desesperanza. Algunos conceptos para integrar la recaída como parte del proceso y que sirva para aprender y seguir mejorando.
-La recaída no es algo automático, es un proceso que se puede prevenir. Prevenir es actuar antes que un problema aparezca.
¿Qué señales puede detectar para darse cuenta que está yendo a un proceso de recaída?
Se pueden distinguir tres etapas en el proceso de recaída:
La etapa inicial.
El proceso de recaída se inicia a partir de un cambio. Esos cambios, pueden ser positivos o negativos, lo fundamental es que son vividos por la persona como cambios que le producen estrés, intolerancia, angustia, ansiedad, presentan una dificultad para afrontar estos cambios de manera adecuada.
El desarrollo.
En la etapa de desarrollo, la persona vuelve a tener las mismas conductas del pasado que se habían superado, al dejar de consumir. Estas actitudes comienzan a afectar las diferentes áreas de la vida de la persona.
El desenlace.
La etapa de desenlace se caracteriza por una disminución del apoyo social y familiar de la persona. La persona prepara consciente o inconscientemente como volverá a consumir. El proceso de recaída termina con volver a consumir.
-El adicto debe aprender cuáles son las señales que indican que está mal. Alguno se da cuenta porque empieza a dormir mal. Otro, que está desordenado en sus cosas. Otro, que sueña mucho con consumo. Así, van aprendiendo que cuando aparecen las propias señales de riesgo, se tienen que cuidar.
– Las señales pueden ser también del relacionamiento familiar. Muchas recaídas están desencadenas por elementos de la relación. Cada integrante de la familia o grupo de convivencia tiene que revisar y conocer las señales que pueden llevar a una recaída.
-Es fundamental que las personas que acompañan conozcan las señales de riesgo. Para salir del consumo, hay que HABLAR, ABRIRSE, COMPARTIR, CONFIAR.
Cuando están vulnerables, deben retomar cuidados que tal vez usan en otro momento, o que nunca han hecho: asistir a los grupos de autoayuda, retomar o iniciar los tratamientos (psicológicos, grupos, medicamentos, etc…)
Si lamentablemente, ya están en una recaída. Tanto en actitudes como en consumo. ¿Qué hacer? Primero, pedir ayuda, hablar y contarle lo que paso a quien acompaña. Aceptar la ayuda que ofrecen. Saber que a pesar de que se perdió el tiempo de abstinencia y muchos logros, no se ha perdido TODO lo logrado y es posible volver a recuperar la abstinencia. Lo que ya se aprendió no se pierde. Es importante pensar cómo fue el proceso de la recaída, para poder identificar qué cosas ocurrieron y colaboraron a la recaída, puedes responder a esta guía de preguntas:
Te va a servir contestar cada pregunta, sin importar el orden, porque cada pregunta está dirigida a tu crecimiento.
Contestá con sinceridad, no te mientas a ti mismo. Estas preguntas pueden servir a la persona que volvió a consumir, como a su familia y referentes.
1) ¿Cómo fue la recaída (hechos concretos)?
2) ¿Hubo factores de riesgo como: compartir jeringas, tener relaciones sexuales con riesgo, conducir bajo efectos de la droga, etc…?
3) ¿Cómo participaron en los hechos haciendo o dejando de hacer algo, los familiares u otras personas que te acompañan?
4) ¿Qué buscabas en ese consumo?
5) ¿Hace cuánto tiempo venías pensando en drogas, recaída y otros elementos relacionados?
6) ¿A qué situaciones de riesgo te expusiste en ese momento y en días o semanas anteriores? Enumerá todos los factores de riesgo que puedas descubrir, a nivel personal, grupal y familiar. Algunos pueden venir de hace más tiempo y otros están directamente relacionados con la recaída (los que tienen que ver directamente con los hechos de la recaída, estados de ánimo y pensamientos poco antes de la recaída, hechos concretos que otros realizaron, etc). Subrayá los que están directamente relacionados.
7) ¿Crees que antes de la recaída fuiste entrando en ese camino? ¿Cómo fue ese proceso? ¿Qué decisiones te fueron llevando por esa ruta, en vez de seguir por la de la recuperación? ¿Qué barreras, defensas o engaños te hiciste a ti y a los demás (ej: no escuchar consejos, negar estar mal, cerrarse, etc)?
8) ¿Qué consecuencias inmediatas tuvo o está teniendo esta recaída?
9) ¿Qué consecuencias te imaginás más a largo plazo?
10) ¿Qué tendrías que cambiar tú desde ahora para que esto no se repita más y sea una experiencia de aprendizaje?
11) ¿Qué tendría que cambiar en la relación familiar?
12) ¿Has podido sacar alguna enseñanza positiva de esta recaída?
¿Cuál es la diferencia entre un desliz o consumo aislado y una recaída?
La recaída implica un componente de riesgo algo, de vuelta a estilos de consumo, comportamiento, de estado espiritual. Algunas veces se da un consumo aislado, sin muchos avisos previos. En general, se debe a una situación de ofrecimiento de sustancia en un ámbito social. La persona en seguida dice a sus seres queridos lo que pasó, o en otros casos no dice pero el tema termina allí. Eso es un desliz. No se vuelve a las conductas que tenía antes de recuperarse y lograr la abstinencia. Es un consumo puntual. Hay que estar atentos, que estos consumos puntuales no se repitan, ni volver a las mismas conductas de antes, así se evita una recaída. Mucho cuidado: que no se transforme en recaída. Retomar todos los manejos de prevención de recaídas. La recaída es volver a consumir luego de que se logró cierto tiempo de abstinencia y volver a las actitudes del pasado, que había superado. No es un hecho espontaneo, es un proceso individual y familiar.