Montevideo, 27 de septiembre de 2014.
Declaración Final de la V Asamblea Nacional de la Pastoral Penitenciaria.
A partir de nuestra vivencia de la Misión Evangelizadora tras las rejas, los agentes pastorales de las distintas Diócesis vinculadas a la Pastoral Penitenciaria del Uruguay perteneciente a la Iglesia Católica, nos hemos reunido en la parroquia Tierra Santa en la ciudad de Montevideo en el marco de nuestra V Asamblea Nacional.
Por este medio queremos hacer llegar nuestro mensaje a los Obispos, a las autoridades nacionales y departamentales, a las comunidades de todo el país, a los/las privados/as de libertad, a las víctimas, a los guardia cárceles, educadores y a todas las familias afectadas por el mundo de la carcelación y a la sociedad en general.
Seguimos percibiendo que nuestro sistema penitenciario y la justicia penal aún permiten que la gran mayoría de las personas privadas de libertad permanezcan durante años recluidos sin tener una condena, y sin que se determine su culpabilidad o no en los delitos que se les imputan. No obstante reconocer los avances que ha habido en el sistema persisten carencias edilicias que provocan situaciones de hacinamiento, que vulneran su dignidad de personas humanas. Subsisten situaciones de abuso de autoridad y falta de sensibilidad por parte de quienes deben asegurar el goce de los derechos inherentes a la persona humana de los encarcelados, dentro de los cuales destacamos el derecho a recibir asistencia religiosa.
Sin embargo apreciamos iniciativas tendientes a buscar la participación tanto de instituciones religiosas como de la sociedad civil en general, en la búsqueda de mecanismos y alternativas de rehabilitación, que permitan a los privados de libertad acceder a oportunidades en el ámbito laboral así como también de formación académica, en pro de un cambio en sus situaciones de vida. En este sentido la aprobación del Protocolo de la Vida y Atención Religiosa en las Cárceles por parte del Instituto Nacional de Rehabilitación ha significado un hito histórico que continuará dando sus frutos a lo largo de los años por venir.
Nuestra Pastoral Penitenciaria desde su misión evangelizadora en las cárceles, quiere reafirmar que cada persona es digna de ser amada por su condición de hijos e hijas de Dios. Es parte de su gloria. Jesús mismo al morir en la Cruz dio su vida por la salvación del mundo entero sin excepciones.
Hacemos un llamado a nuestros pastores para que en consonancia con la exhortación apostólica Evangelii Gaudium, continúen acompañando y animando a los grupos de Pastoral Penitenciaria en su labor de anuncio y encuentro con Jesús dentro de los centros de reclusión que visitan.
Invitamos a todos los demás actores sociales vinculados al mundo de la carcelación, a continuar luchando por una sociedad de hermanos y hermanas más justa y solidaria.
A todos los agentes pastorales los alentamos a seguir siendo instrumentos de Dios para el anuncio de la Buena Nueva del Evangelio a aquellas personas que, por estar encarceladas, son rechazados y olvidados por gran parte de la sociedad.
PASTORAL PENITENCIARIA DEL URUGUAY